Relaciones

Algo» deriva entre una gran variedad de objetos, y no es ni mío ni del objeto. Es tanto mío como del objeto. Es a la vez mío y del objeto. Y la imaginación que hace que «algo» forme parte de mí es libre.
Soy libre de imaginar que «algo» forma parte de mí, y el cuidado de «algo» está directamente relacionado con el cuidado del objeto. En el caso de que el objeto y yo estemos cara a cara. En la realidad en la que todo existe en todas partes, soy libre de elegir el objeto al que me enfrento. Sin embargo, recibir como siento es rechazar lo que es importante para mí. Y el inconveniente de no poder elegir es pedirme «algo». O es buscar el objeto. El lugar que hay que buscar es «algo». No es el objeto, ni yo mismo, ni algún lugar, sino entre el objeto y el objeto.