Hay veces en que vemos algo y sentimos nostalgia o tristeza. Puede ser reconfortante o doloroso. No tiene por qué ser un lugar o un fenómeno especial. Incluso los lugares y cosas más mundanos que vemos en nuestra vida cotidiana tienen diversos contrastes que nos conmueven el corazón, despiertan nuestras emociones y nos hacen imaginar. Sigo mirando paisajes, sé lo que pasa por mi mente en ese momento y los observo a través de mi trabajo al aire libre. Luego convierto estas experiencias en cuadros abstractos. Mi objetivo es crear cuadros que lleguen al corazón del espectador mediante una fusión lógica e intuitiva de elementos como la saturación, la luminosidad y el color.